Y tú, ¿ya has encontrado el sujetador perfecto?

Y tú, ¿ya has encontrado el sujetador perfecto?

 

¿Cómo definirías tu filosofía de estilo personal?

La verdad es que mi estilo personal ha evolucionado bastante desde que empecé a escribir en el blog; al principio era muy clásica y me gustaban los corpiños y las ligas. Ahora, en cambio, mi look ha cambiado y es más atrevido. Me gusta probar cosas nuevas y, sobre todo, ponerme medias estampadas. Me encanta jugar con la lencería. Mi armario de lencería está mucho más a la moda que mi armario normal. La lencería te brinda la oportunidad de explorar y jugar mucho más con tu estilo, algo que no se puede hacer tan libremente con la ropa exterior, especialmente si trabajas en una oficina. Con la lencería se puede explorar, se pueden superar los límites y probar cosas nuevas en privado.

Me seducen los estilos…

¿Tienes alguna prenda de lencería favorita que nunca falte en tu armario?

Me gusta mucho el sujetador de copa tres cuartos, de malla, de encaje o de otro material bonito. Es un ajuste que proporciona un buen perfil natural sin necesidad de mucho relleno. Para el día a día me gustan las braguitas hipster y para las ocasiones especiales, las combinaciones moldeadoras. Ahora mismo, me estoy acordando de mi colección de lencería y el color predominante es el negro. Combina bien con mi estilo y es refinado, elegante, clásico e intemporal. También tengo colores más vivos, como coral, naranja, rojo y azul, pero con lo que me siento como pez en el agua es con el marrón y el negro, porque quiero que mi lencería esté en armonía con el color de mi piel, como si fuese invisible.

¿Cómo describirías el momento de encontrar la lencería perfecta?

La verdad es que es un momento de enorme satisfacción. No obstante, también hay muchas mujeres que nunca han tenido esa sensación, así que muchas piensan que los sujetadores son instrumentos de tortura. Cuando encuentras el sujetador perfecto es una sensación de « ¿Dónde has estado todo este tiempo?». No es fácil sentirse bien y dar lo mejor de ti si estás preocupado porque te sientes incómoda, porque la lencería te hace daño o porque te la tienes que estar colocando constantemente.

Y tú, ¿ya has encontrado el sujetador perfecto?

La verdad que encontrar un buen sujetador es como tener un mejor amigo: sabes que puedes confiar en él, e incluso depender de él. Puede que no estés con ese amigo todos los días y que te juntes con otras personas, pero sabes que cuando lo necesitas, ahí está. Es un apoyo incondicional.

Yo tengo varios sujetadores que me encantan. ¡Soy una polígama de los sujetadores! La verdad es que ahora tengo varios sujetadores perfectos, pero lo más difícil es encontrar el primero. Una vez que descubres cómo tiene que sentarte un sujetador, tienes más capacidad de valoración a la hora de encontrar los otros.

Uso mucho el modelo Amourette de Triumph, porque es muy cómodo y tiene un diseño clásico. No me tengo que preocupar con cómo me queda o si se me nota por debajo de la ropa, porque proporciona una figura increíble, independientemente de la edad, la forma o el talla. Cuando encuentro un modelo que me gusta, como el Amourette, me lo compro en todos los colores y me lo pongo hasta la saciedad.

También creo que la ropa de baño es una parte importante de mi colección de lencería. Encontrar el sujetador perfecto de ropa de baño también es importante. La ropa de baño de Triumph tiene copas espaciadoras que no retienen agua, así que resultan muy cómodas. La colección de Triumph es divertida y sexy sin ser excesiva. El animal print y los refinados tejidos italianos dan un toque de glamour marino al armario veraniego.

En tu opinión, ¿cómo tiene que ser el sujetador perfecto?

¿Que qué tiene que tener un sujetador perfecto para todos los días? Tejidos cómodos. Yo presto mucha atención a los detalles y me fijo en cómo son los tirantes y las copas por dentro. Me gusta la microfibra, la seda, el algodón y el encaje, pero todos ellos han de tener una característica en común: la suavidad. Me fijo mucho en las costuras y en los detalles de confección. ¿El patrón está bien hecho? Me fijo en los detalles del acabado, como la calidad de los remates del encaje, las aplicaciones de satén y la calidad del acabado –mis expectativas aumentan a medida que sube el precio.

¿Qué opinas de compartir tu lencería para que otros la disfruten?

Me gusta que se vea el dobladillo de encaje de un camisón o la puntilla de un top lencero por debajo de una camisa. En mi ropa exterior me gusta llevar estampado de leopardo y toques de encaje lencero. No obstante, vivo en Seattle, donde llueve el 90% del año, así que durante la mayor parte del año llevo camisetas y jerséis. Incluso en los días que me visto con ropa más informal, me gusta expresar mi estilo a través de mi ropa interior.

¿En qué te basas para elegir la lencería por la mañana?

La lencería depende de cómo me sienta y de la ropa que me vaya a poner. A veces me apetece ponerme un sujetador de microfibra y una camiseta básica, pero otros días me apetece sentir el tacto de la seda. Solo yo sé lo que llevo puesto, pero elegir la lencería adecuada me levanta el ánimo. La lencería no deja de ser una forma de expresar nuestra personalidad y esa personalidad tiene diferentes facetas, así que me parece fantástico poder satisfacer todas esas facetas con diferentes estilos.

¿Notas que las lectoras de tu blog de diferentes partes del mundo tienen gustos dispares?

Aproximadamente la mitad de mis lectoras está en EE. UU.; el diez por ciento, en el Reino Unido; por detrás, Australia, Canadá, la India y Francia, y de otros países. En EE. UU. está de moda la ropa interior con un propósito definido, poco recargada y funcional. En el Reino Unido se preocupan mucho por el ajuste y que las prendas sienten bien; en los países europeos se preocupan mucho por la moda.

En tu opinión, ¿cuál debería de ser el papel de la lencería en el armario femenino?

A lo largo de esto años, he ido ampliando mis conocimientos sobre lencería, para mí misma y para mejorar el blog. Me gusta estar bien informada para poder informar bien a mis lectoras. Tengo la impresión de que la lencería está en el último puesto de la lista de prioridades en lo que a ropa se refiere. Apenas hay un puñado de blogs de lencería y, sin embargo, hay miles de blogs sobre moda. Hay muchísimas mujeres que tienen armarios espectaculares que odian sus sujetadores. Sin embargo, es lo que está en contacto directo con la piel, así que, ¿por qué los odian? Simplemente es una cuestión de tomar la decisión acertada: todo cambia cuando encuentras y utilizas el sujetador perfecto. En este momento de mi vida me gasto más dinero en lencería que en ropa.

¿Cuáles son tus principales recomendaciones a la hora de elegir y comprar ropa interior, especialmente, sujetadores?

La talla no es el alfa y el omega de los sujetadores. Saber lo que te sienta bien y lo que es adecuado para ti está más relacionado con el tipo de cuerpo y la forma de pecho que se quiera lucir. Muchas mujeres creen que una vez descubierta la talla, se acabó lo que se daba y no es así, en absoluto. Las tallas cambian dependiendo de los fabricantes y de los modelos. Puede que se necesiten tallas diferentes si se utiliza un sujetador demi o un push-up. La talla no deja de ser un número; hay que centrarse en encontrar una prenda cómoda que se adapte a nuestro cuerpo y le favorezca. No dejes que te convenzan de que algo te queda bien si te sientes incómoda. Si tú sientes que en la tienda no te queda bien, piensa que tampoco te va a quedar bien cuando llegues a casa.

Esto va dirigido a las mujeres que compran online, especialmente en EE. UU., ya que es su primera opción a la hora de comprar lencería hoy en día. Se puede encontrar mucho asesoramiento online sobre lencería, como Triumph Hub, donde te asesoran y te aconsejan para encontrar el sujetador perfecto. También ayuda descubrir bloggers que te gusten, leer las reseñas de los productos, saber lo que otras personas piensan sobre cómo quedan las prendas, y, por supuesto, comprar en sitios con buenas políticas de devolución, para que si compras algo que no te queda bien, lo puedas devolver y no tengas que quedártelo sí o sí.

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