Despertó empapada en sudor, había tenido el sueño mas erótico y romántico de todos los tiempos.
Ella se encontraba en la playa, tomando el sol con su nuevo traje de baño comprado en una tienda de esas que tienen su encanto.
Junto a ella se encontraba el hombre más sexy que había conocido. No tenía músculo si os lo preguntáis, pero para ella eso daba igual.
Con su talla 46 y su carita de muñeca, no había tenido muchos pretendientes. Era mas por ella que por ellos, ya que a la hora de la verdad siempre se echaba para atrás.
El caso es que había un hombre en la oficina que la traía loca, pero loca de remate, cada vez que él estaba cerca, su comportamiento cambiaba y mucho.
Entre ellos había mucha química, pero la inseguridad de ella dejaba mucho que desear.
Decidida a dar un cambio en su vida, supo que tenía que cambiar su interior, ya no solo sus sentimientos, sino también su ropa interior.
Hacía mucho que no se compraba un conjunto de lencería y mucho menos de lencería sexy, así que buscó tiendas con encanto cuya talla no fuera de muñeca y dio con Lencería Chelyma, en una pequeña localidad llamada Erandio, en Bizkaia.

Como buena reportera, buscó referencias, y cual fue su sorpresa, que tenía una puntuación muy elevada, así que cogió su coche, puso el GPS y se dirigió a Erandio.
Lo primero que supo al entrar en la tienda es que ¡lo quería todo!, se dijo para sí.
¡Tiene grandes marcas como Prima Donna a precios muy competitivos!
Se dejó asesorar por Maribel, la dueña de la Lencería, la verdad es que le dio mucha información: desde como abrocharse un sujetador, porque tenéis que saber que también tiene su truco, hasta como darse gel lubricante a la hora de tener relaciones sexuales.
Esperar, que no os he comentado, ¡que también tiene rincón erótico!: vibradores, geles de placer, lencería muy especial para momentos especiales…descubrí que tiene braguitas que la parte de abajo no tiene tela, por si estas con un hombre y os entra el calentón en un momento dónde hacerlo es un poco complicado, es decir, os pongo en situación, vas con falda y ese tipo de bragas, y estando con tu pareja o no pareja, sentís un cosquilleo en vuestras partes nobles, pues lo único que tienes que hacer es levantarte la falda o vestido y ya esta, porque la parte importante en ese momento está muy libre.
Salió de la tienda con una actitud completamente renovada, el interior de su cuerpo ya estaba completamente vestido.
Había comprado 3 sujetadores con sus tres braguitas a juego, camisones de raso cortitos, un vibrador para sus noches mas calientes, geles lubricantes y esa lencería para cuando estuviera con un hombre, mas concretamente, con su compañero de oficina.
Estando ya en casa y habiendo ordenado sus cajones con sus nuevas adquisiciones, se dispuso a usar el vibrador, estaba ya preparada, es decir, había llenado la bañera, echado sales de baño, se preparado una copa del mejor vino rosado que podía tener y…llamaron a la puerta.
Menudo fastidio, se dijo, igual paso de abrir, así que se dirigió de nuevo al baño, pero volvieron a llamar.
Se puso la bata de estar en casa, también comprada en Lencería Chelyma, puesto que estaba completamente desnuda y fue a abrir la puerta…que vergüenza, que vergüenza, pensó, es él, pero qué querrá.
Según le dejó pasar, el le dijo: lo único que quiero en estos momentos es pasar esta noche contigo, me tienes loco, a veces me confundes, intento acercarme a ti y tu huyes, cuando sé que tu cuerpo dice a gritos que quieres estar conmigo, y mi cuerpo reacciona al tuyo cada vez que estas cerca o pienso en ti a lo largo del día.
No se lo pensó dos veces y le dejó pasar.
Tampoco se lo pensó mas y se quitó la bata, el se quedó a cuadros y le dijo, sabía que eras así por dentro, te he visto en mi mente mas de una vez, ahora lo único que quiero saber es cómo reaccionan nuestros cuerpos al estar juntos.
Le guió hasta el baño donde se había montado su pequeña fiesta.
Probaron el consolador, los geles lubricantes, los besos apasionados y por fin llegó la penetración, al principio lenta y exploradora y llegando al final rápida y excitante.
Pasaron un fin de semana muy excitante y apasionado, y dónde comenzaron una historia, su historia.
A, y también probaron en la oficina, esas braguitas especiales para la penetración.

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